El proyecto de control biológico de GREFA sigue expandiéndose

Arriba a la izquierda se aprecia una caja nido para autillo en una plantación de naranjos de Brenes (Sevilla).

Detalles: Publicado: 24 Diciembre 2020; Visto: 5125

Fincas agrícolas o ganaderas de las provincias de Jaén, Valladolid y Sevilla han sido las más recientes incorporaciones al trabajo de GREFA para el control biológico de plagas de topillos y otros roedores. Olivares, granjas de vacuno y fincas de cítricos y otros frutales en estas zonas ya cuentan con las cajas nido que les hemos suministrado para favorecer la reproducción de pequeñas rapaces depredadoras de micromamíferos, como son el cernícalo, la lechuza, el mochuelo y el autillo.

Si de algo nos podemos sentir orgullosos en GREFA por nuestro proyecto de control biológico de plagas de topillo es haber conseguido el objetivo que pretendíamos: la prohibición del uso fitosanitario de los rodenticidas en el campo así como de las quemas de linderos, cunetas y arroyos en medios agrarios.

Pero desde luego que otra razón es la creciente expansión de nuestro proyecto a nuevos territorios en toda España (Asturias, Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Navarra, País Vasco y La Rioja), bien por participación directa de GREFA o bien en calidad de asesores. También hemos llevado a cabo el asesoramiento técnico y la difusión científica del proyecto a técnicos, estudiantes y entidades de otros países como Argentina, Francia, Israel, Canadá y Estados Unidos.

Cabe mencionar que en todos estos lugares se pretende atajar plagas de diferentes especies de roedores que atacan sobre un amplio abanico de medios agrarios: cereal, forraje, viñedo, olivar, fruta de hueso, cítricos, frutos rojos, huerta, pumarada, praderas y explotaciones ganaderas, entre otros. En otras muchas ocasiones, sin existir un problema real de plagas, es el propio productor quien trata de favorecer la presencia de la fauna salvaje mediante distintas actuaciones que ejecutamos en sus tierras y que redundan en un mejor equilibrio ecológico. Otras veces se pretende marcar la diferencia en un mercado competitivo, resaltando el compromiso del productor con la biodiversidad.

Caja nido de lechuza en un cultivo de higueras en Carmona (Sevilla).

Caja nido de autillo en eucalipto, en una finca de frutales en Carmona (Sevilla).

Agradecimiento a nuestros colaboradores

Uno de los más recientes territorios a los que hemos ampliado nuestro proyecto de control biológico de plagas de topillos y otros roedores, han sido Úbeda (Jaén), en un olivar de la Fundación Vicente Ferrer, con la adquisición de veinte cajas nido (diez para lechuza común, seis para mochuelo europeo y cuatro para cernícalo vulgar). Otra incorporación ha sido una explotación de vacuno de leche en Herrera de Duero (Valladolid), concretamente en Granja Conchita, donde hemos aportado seis cajas nido para cernícalo vulgar y una más para lechuza común.

Finalmente, los pasados 14 y 15 de diciembre instalamos ocho cajas nido (cuatro de lechuza, dos de autillo y dos de mochuelo) en varias fincas de cítricos y otros frutales de los municipios de Brenes y Carmona, ambos en la provincia de Sevilla, donde WWF España desarrolla otras líneas de trabajo dirigidas al ahorro de agua en regadío. Una vez más desde GREFA hemos brindado nuestra colaboración para implantar medidas de mejora de la biodiversidad de los medios agrarios.

Agradecemos a todas las entidades y personas que colaboran con nosotros su compromiso con la conservación y su confianza en GREFA. También animamos a otras a adherirse a esta necesaria corriente de agricultura sostenible y de progreso.