Primer plano del pollo de águila de Bonelli procedente de cría en cautividad y protagonista del "fostering" en la Comunidad de Madrid en 2024.
Primer plano del pollo de águila de Bonelli procedente de cría en cautividad y protagonista del "fostering" en la Comunidad de Madrid en 2024.

El pasado 20 de mayo GREFA puso en marcha el dispositivo para introducir un pollo de águila de Bonelli criado en cautividad en un nido natural de esta rapaz en la Comunidad de Madrid. Esta técnica, conocida como “fostering”, la hemos empleado varias veces tanto con el águila de Bonelli como con otras especies. El resultado de esta acción, no exenta de sobresaltos, fue inesperado pero positivo y merece difundirse.

El objetivo del “fostering” no es otro que el de conseguir que los pollos que se introducen en los nidos reciban un aprendizaje directo de sus padres adoptivos y por lo tanto consigan un desarrollo más rápido y natural que el que tendrían que alcanzar por sí solos. Era la quinta ocasión en cinco años que aplicábamos esta metodología al águila de Bonelli o perdicera en la Comunidad de Madrid, además de otro "fostering" que realizamos en Álava hace solo unas pocas semanas, todos ellos con resultado exitoso.

Pero esta vez incorporábamos una diferencia fundamental. Las veces anteriores habíamos metido pollos de pocos días de edad a parejas que todavía estaban incubando y que sabíamos que sus huevos no eran viables. Sin embargo, en esta ocasión se trataba de introducir un pollo de mayor edad en un nido donde ya había un descendiente biológico de la pareja en cuestión.

Pollo biológico (a la izquierda) y pollo adoptivo (a la derecha) de la pareja reproductora de águilas de Bonelli reintroducidas en la Comunidad de Madrid formada por la hembra "Haza" y el macho "Bélmez". La fecha elegida para introducir al pollo adoptivo en el nido se hizo coincidir con la que tocaba hacer el anillamiento y marcaje con emisor del pollo biológico, para reducir al mínimo las molestias.Pollo biológico (a la izquierda) y pollo adoptivo (a la derecha) de la pareja reproductora de águilas de Bonelli reintroducidas en la Comunidad de Madrid formada por la hembra "Haza" y el macho "Bélmez". La fecha elegida para introducir al pollo adoptivo en el nido se hizo coincidir con la que tocaba hacer el anillamiento y marcaje con emisor del pollo biológico, para reducir al mínimo las molestias.

Los mejores candidatos para adoptar

Nuestra gran baza es que las rapaces son unos padres estupendos: si al volver al nido en el que estaban criando su pollo se encuentran otro, no se paran a pensar de de dónde ha salido esa segunda boca que alimentar. Su instinto simplemente les indica que ahora tienen que ocuparse de dos pequeñines en vez de uno. Además el nido elegido era el de la hembra "Haza" y el macho "Bélmez", la más veterana de las parejas madrileñas de águila de Bonelli formada por ejemplares reintroducidos estos años atrás. Este tándem protagonizó una de las primeras entregas de nuestra serie “Las Historias de GREFA” y la hembra acaba de cumplir justo ahora nada menos que diez años, por lo que no podría haber mejores candidatos como familia de acogida.

Así pues, con tan buenos mimbres todo salió a pedir de boca y desde el primer momento los adultos se encargaron del cuidado y alimentación del joven recién llegado, además de que comprobamos asimismo buena sintonía entre él y su "hermanastra". Pero cuando el hijo adoptivo estaba ya plenamente integrado y hacía una semana que ocupaba su nuevo hogar, un mal golpe de viento le hizo caer del nido. Por suerte no sufrió heridas graves en la caída y la cámara que tenemos instalada nos permitió detectar enseguida el incidente, por lo que de inmediato pudimos ir a rescatarlo.

Sin embargo ya no era posible devolverlo al nido porque el otro juvenil (el biológico) que permanecía arriba estaba lo bastante crecido como para hacernos temer que pudiera saltar si nos veía acercarnos. Así que el ejemplar protagonista del "fostering" ha acabado en la "jaula-hacking" de la que disponemos en el Parque Natural de la Cuenca Alta del Manzanares para la liberación de águilas de Bonelli, a la espera de su pronta suelta, donde se ha unido a otros ejemplares jóvenes de la especie que ya ocupaban este recinto de pre-suelta, desde donde más pronto que tarde se lanzarán a la conquista de los cielos.

Los dos pollos de águila de Bonelli (biológico y adoptivo) en el momento de depositarlos en el nido.Los dos pollos de águila de Bonelli (biológico y adoptivo) en el momento de depositarlos en el nido.

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