A pesar de lo atípico de esta temporada de cría (la climatología es más invernal que otra cosa), nuestras parejas de cernícalo primilla comenzaron sus puestas a principios de abril. Como es costumbre, todas ellas han sido retiradas para ser incubadas de manera artificial en nuestra sala de incubación durante los 28 días que dura el desarrollo embrionario de esta especie.
La temporada de 2016 en nuestro centro de cría en cautividad está siendo muy prometedora respecto a los buitres negros, no solo de cara al presente año sino a lo que el programa podría producir en años venideros.
Hace unos días, fruto de la colaboración entre GREFA y FIEB (Fundación para la Investigación en Etología y Biodiversidad), trasladabamos dos ejemplares de Águila real a las instalaciones que ésta última tiene en Casarrubios del Monte. Ambas asociaciones, comprometidas en la conservación de la fauna salvaje, inician así una linea de trabajo común para la reproducción en cautividad de Águilas reales.
Cada día vemos más al alcance nuestra histórica aspiración de contribuir decisivamente a la conservación de una especie tan emblemática como el águila imperial ibérica a través de un proyecto tan motivador y desafiante como el de la cría en cautividad de esta joya faunística en peligro de extinción. La reciente cesión que nos ha hecho la Junta de Andalucía de dos águilas imperiales va en esa línea.
Parece que fuera ayer mismo cuando veíamos, con entusiasmo y algo de nerviosismo, eclosionar a nuestro pequeño buitre negro. No era para menos, ya que es el quinto ejemplar de su especie que nace en nuestras instalaciones y el segundo que lo hace mediante incubación artificial (el primero en beneficiarse de esta técnica fue nuestro querido Pablo, nacido en 2014). Varias semanas después, su desarrollo nos llena de alegría y orgullo.