El inicio del verano trae consigo la revisión veterinaria de los galápagos europeos adultos que forman parte del núcleo reproductor de GREFA. Esta año además, una de las hembras de nuestro proyecto de recuperación de esta especie amenazada, en fechas algo más tempranas de lo habitual, ya ha hecho su puesta.
El inicio de la primavera nos trae buenas noticias para el galápago europeo ya que, al igual que en años anteriores, ya han comenzado a emerger los neonatos de esta especie en nuestras instalaciones exteriores de GREFA. Se trata de crías procedentes de incubación natural que debido a las cálidas temperaturas de este mes se han animado a ir saliendo del nido.
Fruto de la intensa labor que GREFA lleva a cabo con el amenazado galápago europeo, a mediados de junio de 2018 liberamos 45 juveniles de esta especie en su medio natural, concretamente en el entorno del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares (Madrid), como ya tuvimos ocasión de comentaros [https://goo.gl/K9XRrQ]. Por si esto fuera poco, el pasado 18 de octubre realizamos una nueva liberación, esta vez de 12 juveniles, de dos años de edad y una media de 7 centímetros de longitud.
El próximo 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales y este año se ha querido remarcar la amenaza que supone el cambio climático para estos ecosistemas, ya que muchos de ellos pasarán de ser permanentes a estacionales o directamente desaparecerán. Esta perspectiva hace ahora más necesario si cabe nuestro trabajo desde hace años con una de las especies amenazadas en cuya conservación más estamos volcados en GREFA: el galápago europeo.
La cría en cautividad es una parte muy importante del proyecto de recuperación del galápago europeo que GREFA lleva a cabo en la Comunidad de Madrid desde hace varios años, donde la especie se encuentra catalogada como “En peligro de extinción”. Nuestra instalación de cría está ahora mismo a pleno rendimiento, con más de 35 crías nacidas y más de 20 huevos que continúan su desarrollo en las incubadoras artificiales. Por si fuera poco, varias puestas se mantienen en las instalaciones exteriores de las que disponemos, en condiciones de incubación natural, de las cuales ya han empezado también a emerger algunos neonatos.